Descripción
Cuando usted adquiere una alfombra de lana, ha de tener en cuenta, que durante los primeros días sueltan una pelusilla; por lo que aconsejamos aspirarla cada dos días, hasta su desaparición. Esta pelusilla en ningún momento le está quitando calidad o peso a la alfombra. Es un proceso natural, por el corte del hilo o hebra y hace que las fibras sueltas no se adhieran a la base.
Una vez pasado esta primera fase, lo correcto para un buen mantenimiento sería pasar la aspiradora, un par de veces a la semana, dependiendo del uso y pisada a la que esté expuesta.
No habría ningún problema en que se aspirara a diario.
Recomendamos, una vez al año, llevarlas a un centro especializado en tratamiento de alfombras, y que puede ser una tintorería, con el fin de airearlas, evitar que la lana se apelmace y alargar la vida de la alfombra.
La calidad de la tintada de nuestras Alfombras, hace que los colores estén siempre vivos, y no destiñan.
El sello de Crevillente nos acredita que ha pasado unos controles de calidad.
Esta colección nos muestra desde diseños actuales, hasta el más puro diseño clásico de la alfombra persa, conjugando calidad al mejor precio.
La lana es higroscópica, esto significa que absorbe vapor de agua en un ambiente húmedo y lo expulsa cuando el ambiente es seco, lo que nos proporciona un ambiente con un nivel de humedad perfecto. La lana es un material muy flexible que no parte con facilidad convirtiéndose en un material ideal. Al estar hechas con lana tienen una gran resistencia a la pisada. La lana es material ignífugo, elástico y altamente resistente.